martes, 6 de febrero de 2024

Éxito de ventas para Gran Rodma 2020

El más claro paradigma de nuestro terruño”. De esta manera define la bodega Finca Rodma su vino más exclusivo, el singular Gran Rodma. La bodega destaca la gran acogida de su segunda añada, correspondiente a la cosecha de 2020. Cuatro meses después de que las poco más de 2.500 botellas salieran a la venta, se ha agotado por completo la producción. Para hacer frente a la gran demanda, la bodega tuvo que establecer cupos entre sus clientes.
 
Gran Rodma solo se elabora en las añadas en las que la calidad de las uvas dé como resultado un vino extraordinario. En la conocida como “milla de oro” de Ribera del Duero, donde están ubicadas las bodegas más relevantes de la zona, las condiciones climatológicas propiciaron que el fruto alcanzara un nivel excepcional. El clima favorable permitió al equipo de Finca Rodma ir vendimiando cada parcela de tempranillo, variedad con la que se elabora este vino, en su momento óptimo de maduración. Con un rendimiento inferior a 2.000 kg por hectárea, el viñedo en vaso tiene más de 60 años y está ubicado en un suelo calizo y arcilloso.



 
La uvas se seleccionan desde la propia planta y se recogen a mano en cajas de menos de 15 kilos. En la bodega, tras una nueva selección en las mesas, comienza la maceración y posterior fermentación alcohólica y maloláctica. Se realiza en barricas de roble francés de 500 litros adquiridas específicamente para la elaboración de este vino. Con esta vinificación integral, Gran Rodma entra en contacto con la madera desde el principio, consiguiendo una perfecta integración con la fruta. Para extraer todo el potencial organoléptico de la uva la maceración se realiza durante 30 días a temperaturas que oscilan entre los 8 y los 10ºC y la fermentación alcohólica por debajo de los 30ºC. Durante el llenado y remontado se utiliza el sistema por gravedad con el fin de tratar la uva con el máximo cariño.
 
Según Antonio Nieto, enólogo de Finca Rodma, “la añada 2020 fue más fresca que la del año anterior, con una acidez más elevada”, por lo que “Gran Rodma 2020 es un vino menos rotundo que el de 2019 pero más elegante y con taninos muy pulidos. Aromáticamente, tiene más notas a fruta negra y balsámicas”. Nieto destaca que Gran Rodma “es un vino hecho para durar en el tiempo, por lo que en todos los procesos de elaboración ponemos el foco en que sea un vino longevo”.



 
En Gran Rodma, la bodega consigue reflejar su esencia en el vino más alto de su gama, compuesta por Finca Rodma Selección y Finca Rodma Avizor. Finca Rodma se caracteriza por el cuidado máximo de los racimos, las viñas y el entorno mientras se vendimia y durante el proceso de elaboración de los vinos.
 
Gran Rodma: un vino único y excepcional
 
Con un relato en el que el protagonismo recae en la naturaleza de la zona, Finca Rodma conecta sus tres vinos a través de la trucha -que representa a Finca Rodma Selección-, el águila -el reflejo de Finca Rodma Avizor- y su unión, materializada en el Gran Rodma.
 
Gran Rodma 2020 es un vino complejo, estructurado, sedoso y elegante.
Variedad: 100% Tempranillo.
Tipo de crianza: 20 meses en barrica de roble francés de grano fino y 18 meses en botella.
Solo se elabora cuando la uva, que procede de un viñedo de más de 60 años en suelo calizo y arcilloso, alcanza una calidad excepcional. De la segunda añada que ha salido al mercado, 2020, se han elaborado 2.567 botellas de 75 cl y 30 magnums de 150 cl.
De color granate profundo con borde violeta, es complejo en nariz, con buen cuerpo y elegante. Los aromas a frutas del bosque, regaliz, especias dulces, chocolate negro y café se complementan con notas balsámicas y una madera sutil. En el paladar es sedoso, con estructura, lleno de matices y buena acidez. El final es largo y fresco con gran protagonismo para la fruta. Vino de guarda con un potencial de hasta 10 años.
 
La bodega donde tradición y vanguardia se dan la mano
 
El año 2019 la bodega Finca Rodma dio sus primeros pasos en la conocida como “milla de oro” de la D.O. Ribera del Duero. Desde entonces, avanza de manera segura y constante en la consecución de su principal objetivo: ser un referente en la zona en la elaboración de vinos exclusivos de la más alta calidad. El edificio que alberga la bodega refleja la unión perfecta entre arquitectura y naturaleza. Situado en el centro del viñedo, respeta al máximo los valores del paisaje y permite un mayor control del proceso de elaboración de los vinos.



 
La premisa con la que trabaja Antonio Nieto es priorizar la calidad frente a la cantidad. El punto de partida es una elaboración artesanal reduciendo la utilización de elementos mecánicos tradicionales. El resultado son vinos más naturales, en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades y con un carácter y personalidad propia.
 
 


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