miércoles, 26 de octubre de 2016

Eslovaquía: los vinos del Danubio

En el corazón de Europa y cómo casi siempre a la ribera de un gran río como es el Danubio, se encuentra la mayor concentración de viñedos en Eslovaquia. Un país enclavado entre cinco naciones, de las cuáles las más hacia el sur y occidente tienen tradición vinícola y que de alguna manera, por razones históricas y geográficas, han tenido a Eslovaquia como una región de la que era difícil reconocer su relación con el vino desde el VII siglo antes de Cristo.


Eslovaquia es un país relativamente recién fundado como tal, pues se desmembró de Checoeslovaquia en 1993, ha sido siempre un país que, a pesar de mantener su identidad, ha pertenecido a diferentes reinos, imperios e incluso anexionado al bloque de países del Este, satélites de la extinta U.R.S.S.. Actualmente pertenece la la Unión Europea y ha adaptado el Euro como moneda oficial.

Con una producción muy variable de alrededor de 50.000 toneladas de uva, repartidas en 15.000 ha., repartidas en 5 regiones más el pequeño territorio del Tokaj Eslovaco, conforman una interesante producción de vinos, muy diferentes entre sí, con variedades únicas en el continente y con un envidiable plantel de vinos de calidad y bien definidos.

Las regiones donde se producen vinos están principalmente en las áreas del sur a lo largo del Danubio y sus afluentes; la mitad norte del país es demasiado fría y montañosa para el cultivo de viñas.

Referente a esas 6 regiones, la más occidental llamada Malokarpatská está en la zona de los Cárpatos menores, con suelos muy variados entre granito, pizarra decompuesta, filito, loess, arcillas limosas y calcáreas, arenas, con unos 700 mm de lluvia total al año, temperaturas medias de 20º C en verano y una media de unas  2100 horas de sol al año. Las variedades de uva son blancas (más del 70%), las más importantes son la Veltliner, el Riesling Itálico y la Müller – Thurgau, un cruce de las variedades Riesling y Madeleine Royale. La primera de ellas es la más extendida en las zonas occidentales y en general todas ellas producen vinos blancos secos, permitiéndose el azúcar residual hasta 9 gr. por litro que se compensa con una acidez alta que compensa la elaboración, de manera que en boca estos vinos se moderan bastante creando una relación azucar-acidez no superior a 2 gr. por litro.



La zona más hacia el sur-este al norte de la ribera del Danubio es la llamada Južnoslovenská de suelos pobres de color pardo que retienen bastante bien el agua, subsuelos  limosos y arenosos,fluviales y de loess e incluso arcillosos cuanto más profundos son. Con una media de 550 mm. anuales de precipitaciones y temperaturas durante la vegetación que superan 30°C , es la región más calida y con más horas de sol de Eslovaquia, es una de las zonas donde se producen vinos blancos y tintos de alta calidad y donde la variedad francesa Cabernet Sauvignon en buenas aňadas puede alzanzar hasta la madurez fenólica, aunque casi el 40% son uvas blancas como  la la Veltliner y el Riesling Itálico.

Stredoslovenská es la zona central del sur de Eslovaquia, con una superficie cultivada inferior a las 2500 ha. donde el clima es más templado y seco, con predominio de suelos volcánicos (“vidrio volcánico”) y arcillosos y laderas que orientan sus viñas al sur y suroeste para recibir la mayor cantidad de sol al año. Las variedades que predominan son fundamentalmente la Veltliner y el Riesling Itálico, pero también hay una importante producción de tintos usando variedades coomo la Frankovka modrá y la Svätovavrinecké ambas provenientes de cruces, la primera era confundida con Pinot Noir, pero recientes estudios la emparentan con la Gouais Blanc y otra de origen desconocido, quizá  la Blauer Silvaner y la segunda si que proviene de un cruce con la Pinot Noir.

Nitrianska es otra de las regiones cuya producción de vinos de la que se tiene constancia que ya producía vinos durante el Gran Imperio de Moravia (800-900 D.C.), tiene una extensión de viña cultivada alrededor de las 4000 ha., suelos en pendiente con contenido cálcico, son tierras bajas con un clima cálido y seco, con una insolación un poco mayor que el resto y con bastantes microclimas en cada una de las regiones, la pluviometría alcanza unos 550 mm anuales, los vinos tienen un componente aromático muy importante y también se producen con elevada acidez. El 74% de los viñedos son de uvas blancas como  la la Veltliner y el Riesling Itálico.


La zona más oriental eslovaca para producir vinos es la llamada Východoslovenská, de origen volcánico con suelos arcillosos y limosos, es una zona más continental, con buena insolación, más templada y con precipitaciones de 450 mm repartidas a lo largo del año. Los vinos tienen más carácter mineral, debido a los suelos donde se cultivan las variedades como el Riesling Italiano para blancos y la Frankovka modrá
también llamada Blaufränkisch.

La histórica zona de los Tokaj húngaros tiene en Eslovaquia un territorio con unas 900 ha. de viñedo registrado que elabora este mítico vino acatando las normas de regulación de calidad húngaras, así pues tenemos los vinos de la denominación de origen Tokajské - Tokaj producidos en Eslovaquia. Sus suelos son de arcillas o polvos arcillosos con subsuelo volcánico, los viñedos están orientados al sur, a las riberas de los ríos Tizsa y Bodrog, con favorables caracterísiticas para que prolifere en la uva la Botrytis cinerea (podredumbre noble) y la posterior desecación de las uvas. Las variedades Furmint, Lipovina y Moscatel de grano menudo son las autorizadas para conseguir este tipo de vino blanco dulce.
 


Durante este semestre de 2016 la República de Eslovaquia ostenta la presidencia de la Unión Europea y coincidiendo con el Salón VINORO de Otoño en Madrid, acudimos a una cata de vinos eslovacos, espléndidamente presentada por Edita Ďurčová, conocedora de los vinos eslovacos, enóloga, sumiller y jurado en varios concursos internacionales de vino. Con el saludo del embajador en España de la República de Eslovaquia, las gráficas explicaciones de Edita y con 7 vinos de las diferentes zonas de Eslovaquia junto a una cuchara para el Tokaj, disfrutamos de una bonita cat.

Pudimos degustar 4 vinos blancos secos, tres de ellos monovarietales, Riesling itálico de la zona central Stredoslovenská, de los Cárpatos menores un Veltliner, un blanco de Devin tambien de la misma zona y un 'coupage' entre Pinot Blanc, Gris y Traminer.

Un vino bastante sorprendente fue el rosado de Cabernet Sauvignon, una nariz muy floral, un color rosa muy delicado y en boca suave y fresco, la uva provenía de la región de Nitra, así como un tinto de la variedad Blaufränkisch afrutado de los Cápartos Menores, con nota avainilladas en nariz, tanino equilibrado y muy fresco en boca.
 

En cuanto al tinto envejecido, pudimos catar un vino de uva Dunaj proveniente de la región de Nitrianska, suelos de origen volcánico, de larga crianza en barrica y afinamiento en botella, muy poderoso, lleno de matices olfativos de la crianza y con un boca potente de tanino un poco más marcado, aunque muy ligero.

El mejor final fue probar un Tokaj eslovaco, de una bodega familiar que produce sus vinos en antiguos calados, donde envejecen el tiempo necesario para que se puedan disfrutar de los vinos en toda su esencia.

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