Aunque el mes de Julio sea una época donde se piensa en la playa y en asuntos propios del verano, han habido una serie de eventos relacionados con el mundo del vino, en donde se ha podido disfrutar de buenos amigos y buenos vinos.
Como ya narré en mi anterior post, el mes empezó con la celebración del la gala de los premios DiVinos, donde no mencioné que nos acompañaros unos fabulosos vinos, que la DOP Utiel-Requena selecciona cada año, aparte de los magníficos cavas que se elaboran en Requena, que fueron las delicias del personal que acudió a dicho evento.
Bueno pues el pasado jueves, tuve la oportunidad de dirigir una cata para unos amigos que están embarcados en dos proyectos muy interesantes dentro del mundo del vino, Ladrón de Lunas y Bisila Wines que fueron presentados en la Arrocería L'Estibador de El Saler (Valencia) como nuevas incorporaciones en la carta del restaurante, el primero de ellos, y vinos y cavas de Bisila (en otra ocasión dedicaré un post a este proyecto que me parece muy interesante) como vinos para los eventos que se organizan en el local, principalmente bodas, en este caso en un buen marco como es la orilla de la playa.
Estos vinos se encuentran enmarcados en las D.O.P. Utiel-Requena y D.O. Valencia y lo que buscan es hacerse un hueco, como representantes de nuestra comunidad autónoma, en las cartas de los restaurante y poder disfrutar del carácter mediterráneo de los mismos. Ladrón de Lunas es un proyecto que ya lleva unos años en el mercado y que se afianza con una gama de vinos muy personales y siempre buscando la calidad y la diferenciación con los demás. El proyecto Bisila Wines va más allá del vino, porque también comercializan cava, y está enmarcado en el Bisila Bokoko African Literacy Project, del que os animo a seguir el enlace para que lo conozcáis con más precisión.
Otro de mis eventos particulares fue el dirigir una cata a un grupo de fantásticos amigos de diferentes nacionalidades, donde pudimos catar vinos DO Alicante, D.O.P. Utiel-Requena y D.O. Valencia que están seleccionados con la mejor calidad-precio para demostrar que con variedades autóctonas y buscando juventud, frescura y también elaboraciones más complejas, se puede disfrutar de grandes vinos sin tener que buscar puntuaciones ni vinos de renombre.
Así pues de la Bodega Alejandro Perez Martinez y Primitivo Quiles de Monóvar (Alicante), tuvimos la oportunidad de catar un blanco de Merseguera y dos tintos, uno jóven y el otro con una corta crianza, de la variedad Monastrell, tan perfectamente adaptada a esta región alicantina. La oportunidad de catar un rosado, de mosto flor de Bobal y de una calidad excepcional, fue la decisión de buscar a la Cooperativa de Utiel y disfrutar de un fresco y afrutado rosado, que estaba delicioso y que recomiendo como el rosado de bobal más fiel a la variedad que he podido catar en esta añada 2012.
Y terminamos con un vino de la Cooperativa La Viña de la Font de la Figuera (Valencia), que está elaborado con cuatro variedades seleccionadas y envejecido durante 14 meses en barricas de roble francés y americano, y que tras abrirlo dos horas antes, fue la delicia de los paladares, encontrando un perfecto ensamblaje en el vino Juan de Juanes Vendimia de Oro 2010.
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