De vuelta por estos lares me apetece contaros la experiencia que uno siente cuando se siente querido y valorado por personas que no te conocen y confían en ti.
Este es el caso de Feli y Paco Monteagudo, propietarios de la casa de agroturismo y bodega Señorío de Monterruíz. Estas personas luchadoras y emprendedoras han conseguido hacer de su casa un lugar acogedor y con excelente trato hacia las personas que hemos pasado por ella. Con el único interés de vivir dignamente, acogen en su negocio a personas que nos encanta conocer el campo y todo lo que le rodea.
Hace ya un par de años los conocimos y quedamos encantados de su hospitalidad. Nos alojamos en su casa y probamos su cocina y sus vinos, y desde entonces que nos mantiene una relación de amistad desinteresada que nos ha unido a mi familia con ellos y que espero sea larga y duradera.
El año pasado se me ocurrió diseñar una etiqueta para su vino de bobal, una etiqueta divertida y colorida que le diese una personalidad propia a la botella que contiene este tipo de vino. El vino ya tenía su propia personalidad por lo que solo faltaba darle ese toque especial para hacerlo más atractivo a los reacios a lo desconocido.
Efectivamente la etiqueta se ha incorporado al vino natural que produce la casa, pero en este caso al vino de Cepas Viejas de 2011, elaboración muy limitada a 1.500 litros y que ayer tuve la oportunidad de probar, junto al Bobal de maceración carbónica de 2011 y unas mermeladas o 'Gelees' de Bobal y Airén.
Efectivamente el Monterruiz Cepas Viejas 2011 es un vino espectacular, bien hecho, potente, con mucho cuerpo, diseñado para comer una buena carne o un buen guiso, perfecto para beber en compañía. Su color es rojo picota, limpio y brillante, con una densa lágrima que impregna la copa.
Este vino necesita oxigenarse un par de horas antes para conseguir su máximo esplendor, se trata de un vino joven de Bobal, Monastrell y Cencibela, pero de una calidad impresionante. Cuando se abre un poco empiezan a ascender aromas de fruta roja fresca, como grosellas y cerezas, luego se avn descubriendo aromas más complejos como la pimienta negra, la hierba buena y un toque de mineralidad muy sutil.
En boca tiene una buena entrada, buena acidez, quizá aparezca una astringencia tras deglutirlo, normal para un vino joven de estas características, pero que lo que pide a gritos es ser maridado con una comida basada en carnes y embutidos o incluso algún guiso potente.
Tambien catamos el Monterruiz Bobal Maceración Carbónica, un vino más complejo, con mucho color y potencia tánica, necesita muchas horas de oxigenación o ser decantado, es más maduro y seco, concentra aromas de golosina, fruta negra como moras, pimienta negra y menta. En boca es un bobal como antaño, fuerte y potente, con mucha astringencia, pero que mejora al cabo del tiempo convirtiéndose en un vino muy apetecible. También es un vino para acompañar una buena comida.
Simplemente comentar que todos los productos que Señorío de Monterruiz comercializa o sirve en su casa son naturales, sin aditivos, limpios y totalmente ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Y lo más importante quizá en estas épocas que nos han tocado vivir, asequibles a cualquier bolsillo.
Para más información:
Monteagudo Ruíz S.L.
Plaza San Pedro, nº 17 y 18
Casas de Santa Cruz (CUENCA)
Plaza San Pedro, nº 17 y 18
Casas de Santa Cruz (CUENCA)
Telefono: 967 493 828
Fax: 967 493 828
E-mail: reservas@monterruiz.com
Web: www.monterruiz.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario