domingo, 24 de junio de 2012

Una cata muy especial en pago de Tharsys

A veces creer en lo imposible no hace que no cejes en el intento para conseguirlo y he aquí un ejemplo de dos personas que han creado su propia empresa y que han conseguido hacer algo diferente de lo que habitualemente encontramos por la comarca Utiel-Requena.

Hablo de AnaVicente, dos personas que creen que la innovación, el marketing y la apuesta por la comarca valen la pena para conseguir situarse entre las mejores bodegas españolas, a pesar de sureducido tamaño.


¿Y que han hecho estas dos personas durante los últimos diez años?, pues cosas increibles, como posicionar el cava hecho en Requena como los mejores vinos espumosos del mundo, así pues en el último consurso mundial de Bruselas, su cava Pago de Tharsys Millesime rosé brut reserva 2009 ha sido galardonado con la Gran Medalla de Oro, compitiendo con los mejores cavas y champanes del mundo.

Pero no acaba ahí su historia, también han sido pioneros en viticultura, cultivando y produciendo vinos Albariños en la finca de Requena, así pues se han conseguido vinos de esta variedad que guardan y mantienen el espíritu de los grandes vinos gallegos, pero con la diferencia del terruño e icluso el clima.


También han sido capaces por apostar por variedades francesas como la Cabernet Franc para elaborar vinos con 'bouquet', y en la cata de ayer, incluso a sabiendas de donde venían estos vinos, pensábamos que no era posible conseguir ese nivel de vino tan parecido a algunos Cabernet Franc de la zona francesa de Burdeos.

Pero ahí no acaba la cosa, porque no conseguir un espumoso por el método tradicional, cremoso, agradable, con unos aromas únicos y diferente a cualquier otro, y hablo de hacer un espumoso con uva Bobal, uva por antonomasia autóctona de la comarca, y elaborar un 'Blanc de Negres' que nunca nadie ha elaborado en el mundo.


Por descontado que Pago de Tharsys aún tiene que proporcionarnos más satisfacciones en el mundo del vino, porque es una bodega innovadora y que apuesta por el terruño, por la comarca y sus gentes y siempre sorprendiéndonos por sus acciones de marketing tan atrevidas y destinadas a que nunca se olviden los orígenes.

Ayer unos pocos privilegiados nos dimos cita en la bodega para poder degustar algunas de las añadas de los últimos 10 años. Con una visita previa a las instalaciones y un paseo por la viña, fuimos luego a catar tres vinos de la Selección Vendimia Noctura Albariño 2005, 2008 y 2009, tres Selección Bodega Merlot-Cabernet Franc 2002, 2003 y 2004, para terminar con el Pago de Tharsys único, espumoso de Bobal y el galardonado en Bruselas como Gran Medalla de Oro, el cava Pago de Tharsys Millesime rosé brut reserva 2009.

 
La cata de albariños sorprendió por la alta acidez y la perfecta armonía de los vinos. Si empezamos por 2009, encontramos un vino con un color amarillo pajizo muy armonioso en nariz, estando presente los cítricos en todo momento, flores blancas, frutas de hueso y con una acidez bastante alta y que puede perfectamente mantenerse unos años más. 2008 quizá sea un vino más equilibrado, ya empiezan a destacar aromas a fruta más madura como manzanas y toques de miel, pero manteniendo frescura y acidez, el color difiere muy poco del anterior, pero se nota más madurez en el vino. Quizá el sorprendente sea 2005, que con un color dorado aún matiene acidez, pero los aromas si que son más maduros, más manzana asada, toque cítricos más de mandarina, en boca se torna más meloso y va cambiando cada 5 minutos, dándonos más aromas y sabores. Un especial vino que no hay que perderse, quizá por la rareza de la variedad en la zona y porque no, por que competiría con los mejores caldos gallegos de esta variedad.

 
Los vinos  Selección Bodega Merlot-Cabernet Franc 2002, 2003 y 2004 también fueron bastante diferentes de lo que podríamos esperar. Bien por lo delicados y armoniosos, bien por que sabemos de donde proceden y por la dificultad que entraña conseguir adaptar esta Cabernet Franc a estos climas más mediterráneos y secos. 2004 y 2003 no son muy diferentes, se notan vinos más minerales, con parecidos aromas a paté de aceitunas negras, mucho chocolate, caramelo de toffe, moras, pero todavía con la fuerza y característica del terruño y el clima más seco de la zona. 2002 cambia radicalmente el concepto de vino de la zona, encontramos un vino más trabajado, con aromas a higos maduros, cobertura de cacao, muy sedoso en boca, perfecto para tomar en estos momentos y no demorar su consumo más tiempo, un vino muy diferente de lo que se puede esperar en la zona.


Acabamos la cata con dos espumosos que he nombrado antes y que apuestan por la Bobal y la Garnacha, como grandes uvas para conseguir lo más delicado al paladar en este tipo de vino, por supuesto pasando por las expertas manos de los enólogos de Pago de Tharsys que saben como nadie conseguir este concepto de vino delicado y con 'bouquet'.


 Agradecer a Ana y Vicente, así como a Fran y Amparo, por ser nuestros anfitriones y poder celebrar con ellos este 10º aniversario plagado de éxitos y esperando volver a celebrar diez más en un futuro con nuevas sorpresas y elaboraciones.


sábado, 16 de junio de 2012

Obsesión fracasada

Dicen que las casualidades no existen, en verdad cuando uno escucha lo que quiere oir todo le parece fantástico, además si lo escucha desde un entorno totalmente diferente al suyo, encuentra alabanzas y halagos en todo lo que hace y dicen de él.

Pero entonces no existe la casualidad sino una realidad inducida por quien quiere verte partícipe de su proyecto y de sus ideas, de manera que a través de un bálsamo de no se qué, te va envolviendo dentro de su burbuja y de su mundo de manera que casi sin darte cuenta, entras en una sociedad, donde eres el socio más importante, sin todavía haber comprado acciones, pero participando casi al 100%.

El problema es que tu eres el socio mayoritario de la competencia, y conoces tu empresa, tu mercado, tus clientes, tus socios... y te encuentras ante la disyuntiva de seguir con tu empresa o irte a esta empresa nueva, fantástica, con una preciosa imagen corporativa que te atrae y donde solo ves que hay, lo que en la tuya no tienes, pero que no conoces lo suficiente y te gustaría saber donde te vas a meter.

El futuro socio intenta sólo mostrarte las ventajas y todo lo que puedes tener allí, pero tu insistes en llegar a los cimientos de la sociedad para ver si son firmes o son barro y paja. Te dejas llevar, te ilusiona el proyecto y dejas de preocuparte por lo más importante, hasta el punto de que estás abandonando el proyecto personal tuyo.


Como dos negocios en competencia son difíciles de llevar, intentas hacer lo posible y lo imposible para mantenerlos, porque todo lo que tu habías soñado y pensado estaba en la nueva oferta y durante un tiempo apostaste por lo nuevo, importandote poco lo que ya tenías consolidado.

El conflicto surge cuando la nueva sociedad empieza a exigirte dedicación exclusiva, a sabiendas de que tu eres de la competencia. En ese momento empiezan a asaltarte las dudas, dudas de las que no ves más que ventajas en lo nuevo y desmereces lo viejo. Entonces entras en un conflicto personal que te pone entre la espada o la pared, o blanco o negro. Pides tiempo, sabiendo que es una decisión considerable y que no debe tomarse por las bravas, pero ese tiempo nunca se concede, la nueva sociedad empieza a presionar cada vez más insistentemente, de manera que no te dejan ver más que ventajas en lo nuevo e incovenientes en lo viejo.


En un intento de mirar al futuro, convocas a tu consejo de administración y les planteas las dudas de continuar con el proyecto, siempre con cautela para no descubrir tus cartas. Pero el consejo no entiende nada, absolutamente nada de tu planteamiento, por torpe y mal expuesto, y sin ningún motivo decide no romper esta sociedad.

Mientras la presión sigue acentuándose por la otra parte, de manera que se ve como una obsesión por que formes parte de un proyecto que no es el tuyo, en muchas ocasiones hay tensión entre ambas partes pero nunca se llega a la ruptura, hasta que un día se muestran unas cartas que no gustan nada y que te hacen reflexionar acerca del futuro en esta nueva empresa.

Pedí un tiempo de reflexión para analizar fríamente y sin presión, hacia que camino seguir, si quedarme con mi empresa, a sabiendas de que tenía que cambiar muchas cosas, o tirarme a la piscina en un mundo perfecto donde no sabía si había agua o barro. Durante ese tiempo de reflexión no hubo tregua por la otra parte y entonces descubrí que lo único que había era una obsesión y una prisa tremenda por apuntalar la  empresa porque venía el derrumbe, con unos cimientos que no eran para nada sólidos.


Planteé el futuro y me di cuenta que cuando el puntal no aguantara más, la nueva empresa se desmoronaría y me quedaría sin una y sin otra, y que cometería los mismos errores que hasta ahora había cometido, así que decidí romper las negociaciones y dedicarme a intentar cambiar mi empresa. 

No se lo tomaron bien e inmediatamente fui un convertido de héroe a villano, de empresario del año a un vil proscrito, pero mi decisión fue firme y decidí olvidarme para siempre de este asunto y dedicarme a lo que más me gusta, siempre y cuando atienda a mi empresa para que siga adelante.

Moraleja: no es oro todo lo que reluce ni toda la gente errante anda perdida.

domingo, 10 de junio de 2012

Productos naturales Monterruiz

De vuelta por estos lares me apetece contaros la experiencia que uno siente cuando se siente querido y valorado por personas que no te conocen y confían en ti.

Este es el caso de Feli y Paco Monteagudo, propietarios de la casa de agroturismo y bodega Señorío de Monterruíz. Estas personas luchadoras y emprendedoras han conseguido hacer de su casa un lugar acogedor y con excelente trato hacia las personas que hemos pasado por ella. Con el único interés de vivir dignamente, acogen en su negocio a personas que nos encanta conocer el campo y todo lo que le rodea.


Hace ya un par de años los conocimos y quedamos encantados de su hospitalidad. Nos alojamos en su casa y probamos su cocina y sus vinos, y desde entonces que nos mantiene una relación de amistad desinteresada que nos ha unido a mi familia con ellos y que espero sea larga y duradera.


El año pasado se me ocurrió diseñar una etiqueta para su vino de bobal, una etiqueta divertida y colorida que le diese una personalidad propia a la botella que contiene este tipo de vino. El vino ya tenía su propia personalidad por lo que solo faltaba darle ese toque especial para hacerlo más atractivo a los reacios a lo desconocido.



Efectivamente la etiqueta se ha incorporado al vino natural que produce la casa, pero en este caso al vino de Cepas Viejas de 2011, elaboración muy limitada a 1.500 litros y que ayer tuve la oportunidad de probar, junto al Bobal de maceración carbónica de 2011 y unas mermeladas o 'Gelees' de Bobal y Airén.

Efectivamente el Monterruiz Cepas Viejas 2011 es un vino espectacular, bien hecho, potente, con mucho cuerpo, diseñado para comer una buena carne o un buen guiso, perfecto para beber en compañía. Su color es rojo picota, limpio y brillante, con una densa lágrima que impregna la copa.


Este vino necesita oxigenarse un par de horas antes para conseguir su máximo esplendor, se trata de un vino joven de Bobal, Monastrell y Cencibela, pero de una calidad impresionante. Cuando se abre un poco empiezan a ascender aromas de fruta roja fresca, como grosellas y cerezas, luego se avn descubriendo aromas más complejos como la pimienta negra, la hierba buena y un toque de mineralidad muy sutil.

En boca tiene una buena entrada, buena acidez, quizá aparezca una astringencia tras deglutirlo, normal para un vino joven de estas características, pero que lo que pide a gritos es ser maridado con una comida basada en carnes y embutidos o incluso algún guiso potente.

Tambien catamos el Monterruiz Bobal Maceración Carbónica, un vino más complejo, con mucho color y potencia tánica, necesita muchas horas de oxigenación o ser decantado, es más maduro y seco, concentra aromas de golosina, fruta negra como moras, pimienta negra y menta. En boca es un bobal como antaño, fuerte y potente, con mucha astringencia, pero que mejora al cabo del tiempo convirtiéndose en un vino muy apetecible. También es un vino para acompañar una buena comida.

Simplemente comentar que todos los productos que Señorío de Monterruiz comercializa o sirve en  su casa son naturales, sin aditivos, limpios y totalmente ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Y lo más importante quizá en estas épocas que nos han tocado vivir, asequibles a cualquier bolsillo.

Para más información:

Monteagudo Ruíz S.L.
Plaza San Pedro, nº 17 y 18
Casas de Santa Cruz (CUENCA)

Telefono: 967 493 828
Fax: 967 493 828


E-mail: reservas@monterruiz.com
Web: www.monterruiz.com