Vinos de Almería (I)

A pesar de ser una zona desconocida en lo relativo a la vitivinicultura, la provincia de Almería cuenta con un clima y un suelo apto para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos de alta expresión, y como muestra un botón,  los vinos de dos de las bodegas que he tenido la oportunidad de catar durante estos días han sido toda una sorpresa y desde luego hay que derribar los tópicos que en este país tenemos sobre la producción de excelentes vinos en determinadas zonas.

La Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra Ribera del Andarax, y en concreto la Bodega de Alboloduy, ha sido una de las primeras catas que hemos tenido el gusto de compartir con amigos, pues los criterios a veces hay que ponerlos en común para ampliar los horizontes de mundo del vino. La bodega de Paco Calvache y su familia, representan la tradición de que en las tierras altas de Almería  se producen y han producido excelentes vinos y está situada dentro del Parque Natural de Sierra Nevada.

 

Destacar que, aunque se trata de una jóven bodega, dispone de viñedos de más de 50 años, éstos a su vez se encuentran en parajes de verdadera riqueza medio-ambiental y a una altura entre los 1000 y los 1300 metros sobre el nivel de mar. Entre los vinos que esta bodega elabora, cabe mencionar la recuperación de la casta Jaén Blanca, una variedad casi en extinción que produce un vino blanco de excelentes características organolépticas.

 El primer vino que quise catar fué precisamente de la Colección Cristina Calvache de Jaén Blanca, el vino viene en una botella alargada, de tipo alsaciano pero de color azul, etiqueta elegante y clara, pero lo que interesó fué el contenido. El vino presenta un color amarillo pálido, es brillante, limpio y muy graso.A copa parada aparecen aromas a frutas como el albaricoque y la manzana, aromas florales como el azahar y jazmin. Agitando la copa se acentúan estos aromas y aparecen aromas minerales, también aromas a frutos secos como la almendra cruda. En boca tiene una entrada suave y fácil, es sedoso y ligeramente salino, la acidez es buena y tiene un recorrido bastante largo y persistente. En el postgusto aparecen cítricos, manzanas, azahar...

 

Desde luego hemos seguido con el rosado, también de la Colección Cristina Calvache pero de Syrah. La botella también tipo alsaciana, pero de vidrio transparente. El vino presenta un color rosa cereza, muy limpio y brillante, en nariz presenta aromas a frutas rojas como la frambuesa, cerezas confitadas, ... En boca tiene un tanino dulce y suave, entra bastante fresco, quizá le falte un ápice de acidez, pero resulta equilibrado y los aromas retronasales recuerdan mucho a cerezas.

Los monovarietales tintos Colección Cristina Calvache, presentados en botella tipo borgoña, de Syrah y Cabernet Sauvignon, son vinos de guarda, con 12 meses de crianza en barricas de roble francés, los frutos son cosechados en viñas cultivadas a 1000 metros de altitud. La variedad Syrah presenta un vino de color rojo rubí con aromas a frutas rojas maduras, especiado con toques de vainillas, canela, clavo... En boca amable, sedoso y suave, en el retrogusto se encuentra una explosión de frutas rojas en el paladar muy deliciosa, es persistente y fresco. 

Pendiente queda catar algunos vinos más de esta bodega y resumir sus sensaciones en este blog, así como visitarlos para ver de primera mano el paraje, la bodega y la familia Calvache, queda para próximos 'post'.