Ayer tarde, en un mes de febrero lleno de eventos relacionados con el mundo del vino, en la ciudad de Valencia y organizado por
Beals Cash & Carry, la vinoteca de la calle Alzira, tuve el placer de asistir a la primera cata vertical del vino
Impromptu de
Bodegas Hispanosuizas.
El proyecto de
Hispanosuizas era muy claro, seguir los patrones de elaboración de los vinos del valle del
Loira según
Didier Dagueneau y su famoso
Silex de
Sauvignon Blanc, pero esta vez las condiciones son terriblemente diferentes. Conseguir adaptar una planta de Sauvignon Blanc a un clima mediterráneo como el de
Requena, con contrastes de temperatura, poca pluviometría, muchas horas de sol, suelos arcillosos y calcáreos muy pobres... y con todo esto conseguir unos vinos blancos de guarda que realmente impresionen un país de grandes vinos tintos.
Y el proyecto, tras cinco años de investigación, trabajo en el campo muy meticuloso de
Rafa Navarro y una técnica en elaboración liderada por
Pablo Ossorio, se confirma que se pueden hacer vinos interesantes y en este caso he sido testigo de la evolución de los mismos.
Los detalles técnicos fueron el embrión de la charla-cata que Pablo Ossorio nos introdujo para comprender lo que luego iba a confirmarse en la copa, en cada una de las añadas, datos de viticultura, de elaboración, de climatología...
Sobre esta parte señalar que desde 2006 hasta 2010 se han dado condiciones de temperatura y pluviometría muy dispares, con lo que, a excepción de 2006, siguiendo las mismas técnicas de elaboración encontramos una gran diferencia en color, aromas, gusto, comprendiendo por supuesto el paso del tiempo en cada una de las añadas. Los vinos son todos ellos fermentandos en barricas de roble francés, abiertas, de 400 lts., con control de temperatura.
Impromptu 2010 fué el primero en ser servido, con un invierno y una primavera más lluvioso y frío y un verano bastante cálido, encontramos un vino con un color amarillo pálido muy fresco y afrutado, con un grado de acidez muy marcada y donde los aromas explosionan en nariz de forma muy fresca y agradable.
La añada de 2009, con menor índice de humedad con un verano y una primavera muy seca, presenta un vino con un poco de más color, también desde luego sigue siendo fresco y afrutado, pero van apareciendo aromas más ahumados, cítricos y frutas tropicales, en este vino se nota que empieza a evolucionar, pero sin perder la fruta y frescura, la acidez es bastante buena y puede evolucionar hacia una mayor integración en los próximos 3 años, a mi parecer.
2008 es para mi la mejor de las añadas, quizá por ser un año con un invierno bastante seco, con lluvias a finales de la primavera y en mismo mes de agosto, muchos contrastes de temperatura, como consecuencia la añada elaborada nos proporciona un vino con un color amarillo pajizo, mu similar a la anterior, con buena untuosidad, en la que sigue permaneciendo una buena dosis de fruta, aromas a compota de manzanas, muy elegante en boca, integrado con la madera, de persistencia media-larga, notas tostadas muy dulces y sobre todo muy fresco, bien evolucionado y perfecto para acompañar un buen surtido de patés y Foie.
La primera añada en la que, dentro de la elaboración del vino, se utiliza una técnica de crio-maceración a -10º C, después habitual hasta la fecha, es la de 2007. Con una pluviometría un poco más seca en el primavera y mucho más húmeda en verano nos da un vino con un color más pajizo, brillante y glicérico, en nariz se desprenden aromas a mantequilla, a bollería fresca, cítricos como la lima, con una muy buena integración de la madera, pero a mi parecer con un corto retrogusto, poco persistente.
La añada de 2006, primera de todas ellas, aplicando técnicas de macerarción teóricas, entre 0º y 4 º C, embotellado en una planta diferente, con una edad del viñedo mucho más temprana y con una añada mucho más seca que las anteriores y temperaturas altas en verano, hizo que el vino fuera mucho más diferente que las más cercanas en el tiempo. Simplemente en el color del vino se observa como el amarillo dorado predomina en la copa, en cuanto a aromas se nota concentración y pasificación de frutas, frutos secos como la almendra amarga, en boca se presenta muy seco y alcoholico.
Durante la cata de estas añadas y cambiando de la primera añada a la última se observan las diferentes evoluciones del vino, en las añadas desde 2007 a 2010, que siguen un mismo método de elaboración, aparte de las evoluciones es muy significativa la climatología como afecta al resultado del vino, años más cálidos, aromas más complejos y colorres más dorados, años más húmedos mucha más fruta y colores más pálidos.
Sinceramente una de las catas más interesantes de los últimos meses y sobre todo llena de sensaciones y emociones.