El pasado Jueves 9 de septiembre tuvo lugar en Valencia, en la prestigiosa vinoteca Bodegas Santander, la cata de vinos de la Bodega Montecastro de la DO Ribera del Duero. La cata tuvo una magnífica respuesta por parte de los asistentes que copamos la sala destinada para tal fin.
Allí acudimos invitados por dicha vinoteca para catar el resultado de un proyecto de un grupo de enamorados del vino, que con dedicación y paciencia han invertido, en esta bodega, para volver a situar los vinos de la DO Ribera del Duero en las listas 'top ten' de los vinos españoles.
Como es sabido, en los últimos años esta región ha sido el exponente de unos vinos de excelente calidad, basándose en el clon del Tempranillo denominado Tinto Fino, que en base al terruño y la técnica, ha dotado a estos vinos de una personalidad propia, diferente a otras zonas de España.
El proyecto de este grupo inversor, entre los que se encuentran varios cargos del períodico El Mundo y su editorial y hasta el famoso cantante Julio Iglesias, ha pretendido recuperar la producción de vinos en esta zona con un proyecto a largo plazo de replantación de viñedos autóctonos en zonas altas (por encima de los 800 mts.), así como de utilizar las más modernas técnicas de elaboración, así como contar con prestigiosos profesionales que hagan realidad este proyecto.
Como nos contó Guillermo, el director comercial de la bodega, este proyecto nació en el año 2000, y tras varios años cosechando éxitos en las listas de valoración de vinos con resultados sobresalientes, es hora de que en otras regiones españolas conozcamos estos caldos tan halagados.
En primer lugar catamos una de las dos marcas que la bodega elabora, Alconte 2007. Un vino 100% Tinto Fino, con una crianza de 11 meses en barrica francesa mayoritariamente, que presenta un color rubí muy brillantes, muy expresivo en nariz, con recuerdos a frutas rojas y presencia sutil de notas tostadas. En boca es alcohólico y presenta bastante acidez, propia de vinos atlánticos, es bastante equilibrado, con unos suaves taninos bien integrados. Su precio ronda en torno a unos 10 euros.
El vino buque insignia de la bodega es Montecastro y Llanahermosa 2006. Un vino mayoritariamente de Tinto Fino, de viñas seleccionadas con una crianza de 18 meses en barricas francesas y americanas, mitad nuevas y la otra de segundo año. A la vista presenta un color púrpura profundo, brillante en capa alta y bastante glicérico. En nariz presenta aromas a fruta negra madura, con notas balsámicas a sotobosque y una presencia de madera muy aromática, quizá en boca dice mucho más, es denso y carnoso, con un tanino redondo, casi dulce, poco ácido y recordando a tostados y torrefactos tras su paso por la misma. Un vino muy potente que nos recuerda a aquellos vinos de garage que en su día cautivaron a algunos de los críticos que descubrieron esta zona vitivinícola. Su precio de mercado se acerca a los 19 euros.
En fin una gran velada que nos hizo descubrir que aún quedan productos que, no necesariamente los podemos encontrar en vitrinas con etiqueta anti-hurto, y que nos deleitan con las raíces de un 'terruño' que nunca debió cambiar.
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