Por fin llegó el dĆa que pude concertar una visita a Chozas Carrascal, despuĆ©s de que las agendas coincidieran, ha valido la pena visitar este lugar tan bonito y vanguardista como es el que nos ha mostrado nuestro anfitrión, JuliĆ”n López.
Hoy hemos sentido una sensación de profunda simbiosis entre la tradición, la cultura, la modernidad, unos excelentes vinos y una persona enamorada de su trabajo, que nos ha proporcionado una parada en nuestro reloj del dĆa a dĆa para sentirnos realmente a gusto con nosotros mismos.
La bodega estĆ” enclavada en un mar de viƱas en San Antonio, una pedanĆa de Requena, en un valle por donde circularĆ” muy próximo el AVE que unirĆ” Valencia con Madrid, pero quedando lejos de las 40 ha. de viƱedo que rodean a la casa, el tipo 'chateau' que conforma la finca tiene una espectacular ubicación y permite que las distancias entre las viƱas y la bodegas sean recorridas entre 5 y 10 minutos, siendo importante en los procesos de vendimia para que la uva no sufra ningĆŗna rotura antes de entrar en bodega.
La visita ha empezado por visitar los alrededores de la casa, nos ha acompaƱado Alex, un summiller de Barcelona que estaba de visita y que se ha sorprendido tanto como nosotros, mientras lo esperĆ”bamos en el fresco porche de la casa, he contemplado el precioso jardĆn mediterrĆ”neo y el jardĆn de variedades de cepas que estĆ”n en el exterior, que son una muestra de las innovadoras variedades plantadas en esta zona que producen los vinos de la bodega. La piscina tenĆa un aspecto que nos invitaba al chapuzón, pero empezĆ”bamos la visita y aĆŗn no sentĆamos el calor de la maƱana.
Al entrar en la casa hemos encontrado el buen gusto y la adecuada decoración que tiene en el recibidor y el gran salón comedor, con una mesa de dimensiones espectaculares asà como su grosor y que estÔ hecha del mismo tronco de una sola pieza. De allà hemos pasado a visitar el resto de la bodega, pasando por lo que luego nos deleitarÔ como sala de catas.
El resto de la bodega estÔ construida con bloques de hormigón proyectado, barnizadas sus paredes, con lo que le confiere un aspecto realmente acogedor y no denota la sobriedad que este material nos puede transmitir. Hemos visitado el almacén de productos elaborados y crianza en botella, para después pasar a la sala de fermentación y elaboraciones.
En esta sala me ha llamado la atención la presencia de depósitos de hormigón, que en su interior no habĆa ningĆŗn tipo de recubrimiento, que es donde fermentan las variedades por separado, aparte de los depositos de acero inoxidable, y que segĆŗn nos comentó JuliĆ”n se produce una microoxigenación a travĆ©s de los poros del hormigón, y que con placas refrigeradas consiguen controlar la temperatura de fermentación. Muy curioso verlo en esta bodega tan moderna. Hemos visto el exterior de esta sala con la prensa y la desgranadora, que utilizan en vez de la despalilladora para que el grano de la uva no sufra ningĆŗn daƱo antes de llegar a los depósitos.
TambiĆ©n hemos visto las dos lĆneas de embotellado, para vino y cava, para posteriormente pasar a la sala de crianza de cava, observando sus botellas en reposo horizontal y las mĆ”quinas para voltearlas, asĆ como algunas jaulas con botellas. De ahĆ hemos pasado a la sala de crianza de vinos, con unas 200 barricas de 225 lts., todas de roble francĆ©s, por donde pasan los vinos que la bodega comercializa madurados o envejecidos en madera. TambiĆ©n hemos visitado algunos antiguos depósitos que la casa tenĆa antaƱo y que sirven como guarda de los vinos que la bodega elabora para estudiar su evolución.
La visita nos ha devuelto a la sala de cata y la exposición de vinos donde JuliĆ”n nos ha sorprendido empezando a catar un magnĆfico cava, de Chardonnay y Macabeo, que con discreto aroma en nariz a frutas tropicales, en boca nos ha parecido suntuoso y con volumen, un cava para comer incluso carnes no muy elaboradas.
El vino blanco Las Tres ha sido el siguiente, elaborado con Chardonnay, Sauvignon Blanc y Macabeo y con dos variedades fermentadas en barrica, en principio se ha servido bastante frĆo, supongo que a unos 6Āŗ, aproximadamente, en la que se notaba como un almibar de melocotón, graso y suntuoso, a la vez que sutil y fresco en boca y que ha cambiado despuĆ©s, en la copa, tras haber variado su temperatura mientras intercambiĆ”bamos impresiones sobre Ć©l. El cambio ha potenciado sus aromas y sabor con mĆ”s estructura en boca y tornĆ”ndose mĆ”s aromĆ”tico para recordar a cĆtricos y flores blancas, con un ligero postgusto a vainilla.
El Cabernet Franc, es el tinto monovarietal de la bodega, que mÔs sensaciones nos ha evocado. Un vino muy mineral, poderoso, con una explosión frutal en nariz y muy balsÔmico, un vino diferente de una variedad poco conocida en estas latitudes, que le confieren un verdadero placer para los sentidos y que es muy recomendable para quedar bien con tus invitados, un elegante vino que no desagradarÔ a los paladares mÔs entendidos.
Por Ćŗltimo hemos catado un vino dulce Moscatel de grano menudo, que se elabora en Francia, donde la familia tambiĆ©n tiene una bodega, y que tambiĆ©n es un alegre y agradable elixir que recuerda a cĆtricos como mandarinas reciĆ©n mondadas.
La bodega elabora otros vinos com Las dos Ces, en blanco y tinto, vinos con una buena relación calidad precio, el rosado Las Cuatro con unas caracterĆsticas muy especiales y el tinto Las Ocho, un vino complejo de elaborar y difĆcil de definir con el 'coupage' de ocho variedades pero que invita a beber por su redondos y pulidos taninos.
En fin una agradable maƱana de sĆ”bado en pleno verano donde hemos disfrutado y aprendido que en Utiel-Requena se hacen buenos vinos, que pueden ser innovadores y a la vez tradicionales, que el trabajo y esfuerzo se convierte en una recompensa para los sentidos y que nos hemos sentido como en casa gracias a la atención y proximidad que JuliĆ”n nos ha transmitido durante su compaƱĆa en la bodega.