lunes, 17 de mayo de 2010

Bodega Vegalfaro, el vino en la cepa

La visita del pasado sábado, que como comenté en el anterior post estuve en Requena, tuvo una segunda bodega que recorrer, justo enfrente de la ubicación de la anterior, y en la aldea de El Derramador, que se trata de Bodegas Vegalfaro, una bodega más moderna, establecida a principios de 1980 y proveniente de una familia que ya dedicaba sus esfuerzos al mundo del campo.



Esta familia decide reconvertir sus cultivos y diferenciarse del resto de viticultores estudiando el 'terruño' y buscando la manera de producir vinos de altísima calidad. Para ello se buscan las mejores parcelas de sus propiedades y se plantan las mejores especies, buscando los 'clones' que mejor se adaptasen al entorno y a las condiciones de cada una de sus tierras. El concepto de 'Vino de Pago' y 'Vino de Finca' se acuña en la elaboración de éstos por sus propietarios. 

Vegalfaro busca elaborar el vino directamente en el campo, estudiando, controlando y mejorando todos los aspectos fisiológicos de la planta, de manera que la uva proporcione la mejor capacidad organoléptica en la cepa, eso ayuda a que el proceso de elaboración sea exclusivamente el de producir lo que la tierra proporciona y evita correcciones posteriores del mosto fermentado.



En nuestra visita nos atendió Andrés Valiente, propietario de la bodega que nos comentó que sus vinos buscan la calidad y el saber posicionarse en lo alto por propios méritos. Desde el cuidado de la planta hasta su vendimia, el proceso es minucioso, de manera que al pasar a la tolva, ya podemos decir que el vino ya está casi elaborado. La bodega está perfectamente adaptada a esta filosofía, para aprovechar los granos en su óptimo momento y producir un vino con la maceración y fermentación controlada, para pasar a la nave de crianza o a almacenarse antes del embotellado para vinos jóvenes y cavas.



Todo en un perfecto estado de pulcritud y bien diferenciado cada proceso y lugar de la bodega, con el fin de producir vinos y cavas que hoy por hoy están alcanzando cuotas altas de puntuación en los concursos y catas donde se presentan.



Los vinos no los pudimos catar en la bodega, pero amablemente nos cedieron un par de botellas, Vegalfaro Crianza 2006 (Tempranillo, Merlot  y Syrah) y Pasamonte Blanco 2008 (Chardonnay y 15% garnacha blanca), este último perteneciente a la DO Valencia, por la ubicación de la finca. Otras elaboraciones como Pago de los Balagueses Merlot y Vegalfaro Cosecha ya los había probado en casa acompañados de amigos y nos parecieron excelentes, con una personalidad propia que nos recordaba a vinos de alta expresión del Noroeste de España.



En fin una visita muy instructiva, aunque con poco tiempo, pero que esperamos repetir más tranquilamente y que esta vez nos acompañe Rodolfo, enólogo e hijo del propietario para poder profundizar más en esta filosofía de hacer las cosas buscando la callidad y empezando en el campo.


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