miércoles, 3 de diciembre de 2008

Che ¡que arrocitos tu!





No lo puedo negar, soy un enamorado de los arroces, de todos (menos del arroz con leche). Secos, caldosos, melosos, ... una maravilla. El grano del arroz debe estar en su punto, aunque el arroz sea caldoso, si se pasa ya no es arroz es un empastre.


El otro día me recomendaron un restaurante de Valencia, situado en la calle Burriana del 'cap i casal', Ca Maset, que me sorprendió por su menu gastronómico. Nada más y nada menos que un arroz meloso con nabo y sepia, que hizo mis delicias.


Cuando era yo más joven, en mi familia siempre se ha tenido tradición de arroces, como el 'arroset del caldo de putxero', 'l'arròs de pollastre en cassola de fanc', 'l'arros amb bledes y naps' y otros tantos que las familias de trabajadores hacían para poder tener un plato caliente en la mesa y que hoy recuerdo como mi dieta ¡casi a diario!.

La paella de pollo y conejo que hacía mi abuelo en el paellero a leña de la terraza, que en ocasiones era de pato en vez de pollo, la paella de mi tía Mª Jesús en el chalet de Monte Horquera con caracoles e ingredientes naturales, bueno una delicia y sobre todo cuando eramos 15 en la mesa para deleitarnos de dicho manjar.


Los arroces de marisco con sepia y calamar de mi madre, o la 'perolà d'arros amb fesols i naps', del que me comí 4 platos y estuve 1 día sin poder moverme del sofá. Arroz al horno repleto de costillas de cerdo y embutido, con su cabeza de ajos en el centro, que con mi novia (ahora mi mujer) comíamos en El Perelló (Valencia).


Luego pasé una temporada, sobre todo tras casarme que introduje otras delicias gastronómicas diferentes al arroz (ya que no solo de arroz vive el hombre). También he probado arroces murcianos y calderetas de arroz de marisco ó con bogavante, paellas de verdura muy bien conseguidas e incluso arroces del interior de la península melosos y con carne de caza.

Total que como la cocina no solo me gusta en su degustación, sinó que me chifla seleccionar mis ingredientes y hacerlo yo mismo, este fin de semana (si nada lo impide) voy a cocinar un arroz meloso con sepia, alcachofas y habitas, se me está haciendo la boca agua solo de escribirlo, y es es que 'un bon valencià' no puede vivir sin un buen arroz en la mesa.


Ya os contaré como ha ido. Otro día hablaré de mis calamares rellenos, Nautilus, que mi amigo Andrés dice que son los mejores de toda valencia.

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